Espero tú cuerpo y tús dientes con la vehemencia de las palomas, espero tuúsueño y tú reloj parado justo en la palma de la risa, espero tú boca, tús muslos, tú cabellera lisa e infinita cuando no ríes o cuando no lloras, espero tús procelosas manos y tú vientre ágil como las golondrinas, espero tús pies de luz, descalzos de ciudad, espero tú silencio y el sonoro vaivén de tús labios. Mar , déjame recordarte como entonces, como siempre, con la ceniza en mis ojos y mirarte ahora que la tierra toda me rodea y se me sube hasta los hombros, como siempre, sábado y rocas grises, espero volver a tus olas y que me devuelvas como un tren mi abrazo y que me dejes ver tús estrellas más profundas. Tú llegabas, risa de las aguas…