El ajo, además de dar un sabor especial a nuestras comidas, aporta innumerables propiedades y beneficios para nuestra salud. Ya hemos explicado anteriormente en otro post estas propiedades y beneficios del ajo. Pero sucede que en muchas ocasiones, sobre todo si se consume crudo, suele resultar indigesto y pesado, llegando incluso a “repetirse”.
Para evitar que esto suceda, y que su digestión no sea tan difícil, lo único que debemos hacer es pelarlo, cortarlo a la mitad y retirar el germen o brote que contiene en su interior, ya que éste resulta indigesto, ¡no el ajo! Luego se debe proceder a picarlo y utilizarlo como nos indica la receta. Y listo… ¡problema resuelto! Ya no repetiremos más el ajo.
Otra de las cosas que puedes realizar para atenuar su sabor y no repetirlo, es colocar los dientes de ajo pelados en remojo durante una hora, antes de cocinarlos.
Si tienes en cuenta estos consejos, eficaces y fáciles de realizar, no tendrás razones para eliminar el uso del ajo de las comidas por miedo a “repetirlo”.