NO SÉ QUÉ HACER, SEÑOR.
Yo también ando a tientas por la vida.
Busco y no sé lo que quiero. No me encuentro satisfecho nunca.
Cambio de postura. Indago. Me agito. Sufro.
Siento que me falta algo.
Instintivamente tiendo las manos y los ojos persiguiendo
un rayo de luz en la cerrazón de las tinieblas.
¡Oh, este corazón mío, tan inquieto y tan descontentadizo!.
A veces me creo dueño del porvenir y sueño y
proyecto, construyendo castillos en mi imaginación.
A veces una tristeza indefinible me aplana y me acobarda.
Me veo definitivamente vencido, incapaz de nada que valga la pena.
No sé qué hacer, Señor, ni a donde encaminer mis pasos.
German Mártil.
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