Si el amor no constituye la tonalidad permanente en nuestra vida,
ningún progreso podremos lograr.
Sólo el amor hace que nos dirijamos hacia el infinito, sintonizando
con el Padre que es amor.
en cualquier plano, en cualquier grado de la escala, el amor es siempre sintonía.
Cualquier desamor, desconfianza, crítica, aborrecimiento, rabia, deseo de venganza, pugna u odio, abren un abismo de sintonía con el Padre.
La consecuencia es siempre la misma: lejanía de Dios, tinieblas y fría cristalización de la materia.
Dios es amor y con ese amor sostiene los universos todos.
Dios es luz y la luz es el amor que se expande al cosmos. El amor condensándose, crea los mundos y los plasma en forma que a nuestros ojos les parecen opacas.
Todas las cosas son condensación de energía. La energía es la condensanción de la luz. La luz es la manifestación del amor.
Por eso el amor jamás puede quedar oculto, porque el amor es luz y está ilumina dondequiera que se encuentre.
Sumérgete en el amor y encontrarás a Dios.
Vive el amor y vivirás a Dios.
Abandónate ciegamente al amor y te hundirás en Dios.
Ama de todo corazón y el pensamiento divino y Dios mismo vivirán en ti.
Expande tu amor sin reticencias y sin miedos, y Dios será tu fuerza.
Da todo el amor y de Dios recibirás todo, porque recibirás al mismo Dios.
No temas amar jamás, porque amar es vivir en Dios.
No temas ceder al amor, vaciándote a ti mismo,
porque el infinito divino vendrá a llenar tu vacio