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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: BISCUIT  (Mensaje original) Enviado: 12/11/2013 15:15

 

 

Adalina, el hada sin alas

  Adalina no era un hada normal. Nadie sabía por qué, pero no tenía alas.

Y eso que era la princesa, hija de la Gran Reina de las Hadas.

 Como era tan pequeña como una flor, todo eran problemas y dificultades.

 No sólo no podía volar, sino que apenas tenía poderes mágicos, pues la magia

 de las hadas se esconde en sus delicadas alas de cristal.

Así que desde muy pequeña dependió de la ayuda de los demás

para muchísimas cosas.

 Adalina creció dando las gracias, sonriendo y haciendo amigos,

de forma que todos

 los animalillos del bosque estaban encantados de ayudarla.

Pero cuando cumplió la edad en que debía convertirse en reina,

 muchas hadas dudaron que

 pudiera ser una buena reina con tal discapacidad. Tanto protestaron y

 discutieron, que Adalina tuvo que aceptar someterse a una prueba

 en la que tendría que demostrar a todos las maravillas que podía hacer.

La pequeña hada se entristeció muchísimo.

¿Qué podría hacer, si apenas era mágica y ni siquiera podía llegar

muy lejos con sus cortas piernitas?

 Pero mientras Adalina trataba de imaginar algo que pudiera

sorprender al resto

 de las hadas, sentada sobre una piedra junto al río, la noticia

se extendió entre

sus amigos los animales del bosque.

Y al poco, cientos de animalillos estaban junto a ella,

dispuestos a ayudarla en lo que necesitara.

- Muchas gracias, amiguitos. Me siento mucho mejor con todos

vosotros a mi lado- dijo

 con la más dulce de sus sonrisas- pero no sé si podréis ayudarme.

- ¡Claro que sí! - respondió la ardilla- Dinos, ¿qué harías para

sorprender a esas hadas

 tontorronas?
- Ufff.... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol,

antes de que tocara la tierra,

y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta,

sirviera de linterna a todos los habitantes del bosque.

O... también me encantaría pintar en el cielo un arco iris durante la noche,

bajo la pálida luz de la luna,

para que los seres nocturnos pudieran contemplar su belleza...

Pero como no tengo magia ni alas donde guardarla...

- ¡Pues la tendrás guardada en otro sitio! ¡Mira! -gritó ilusionada

una vieja tortuga que volaba

 por los aires dejando un rastro de color verde a su paso.

Era verdad. Al hablar Adalina de sus deseos más profundos,

 una ola de magia había invadido

a sus amiguitos, que salieron volando por los aires

 para crear el mágico arco iris,

 y para atrapar no uno, sino cientos de rayos de sol en finas gotas de agua

que llenaron el cielo de diminutas y brillantes lamparitas.

Durante todo el día y la noche pudieron verse en el cielo ardillas, ratones,

ranas, pájaros y pececillos, llenándolo todo de luz y color,

en un espectáculo jamás visto que hizo las delicias de todos

 los habitantes del bosque.

Adalina fue aclamada como Reina de las Hadas, a pesar de que ni siquiera

ella sabía aún de dónde había surgido una magia tan poderosa.

 Y no fue hasta algún tiempo después que la joven reina comprendió

que ella misma era la primera de las Grandes Hadas,

aquellas cuya magia no estaba guardada en sí mismas,

sino entre todos sus verdaderos amigos.


Autor.. Pedro Pablo Sacristan

 

 
 

 

 

 
 





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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Casimiro López Cano Enviado: 13/11/2013 18:03
Bonito y encantador mensaje de la Hadita que no tenia alas ni magia; pero tenia un corazoncito grande, grande; donde cabian todos los animalitos del Bosque y cuando ella tenia una necesidad de demostrar algo sorprendente, salian todos en su ayuda y daba un espectáculo gandioso, haciendo piruetas en el aire, unos corrian, otros buceaban, otros saltaban de flor en flor y livaban su néctar y el enorme  elefante africano volaba,  empleando sus enormes orejas como unas hermosas alas,transformando a todo el bosque encantado, en una gran fiesta para dar prueba  de que, su adorada Hadita, si que tenia amiguitos poderosos que podian crear todas las mejores y mas grandes magias, para que ella no estuviera triste. Saludos. Casimiro.


 
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