AGUAMARINA
El cielo se ha oscurecido por tu culpa vida mia, le arrancaron dos luceros aquellos que más lucían, los pusieron en tu cara una tez morena y fina bordeándolos de selva una juncal y tupida que protege generosa tus plácidas aguamarinas; cada vez que tu las muestras, gracias le doy a la vida por regalarme del cielo aquello que más quería, y ponerlo a mi vera compartiendo esta mi vida que se transforma en orbe cuando luces tu sonrisa, con el universo entero colgado de tus pupilas.
Antonia Lago
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