Alabado sea
Jesucristo…
He leído en algún lugar que “La victoria es algo maravilloso y usted tiene el derecho a eso. Pero
no victoria sobre otros, sino sobre usted mismo”.
Y me parece muy razonable pensarlo así, porque en primer
lugar, este concepto nos saca de la permanente competencia con los demás que a
veces se torna perniciosa y negativa o perjudicial para las buenas relaciones
con el prójimo. Y en segundo lugar, porque generalmente hay algo dentro de
nosotros mismos que es lo que nos impide mejorar, nos impide transformar lo que
hay que transformar… y ese debería ser nuestro objetivo y nuestro propósito:
lograr victorias sobre nuestros propios defectos o sobre las cosas que nos
impiden ser mejores.
Además,
pensemos que de poco sirven las victorias o los
triunfos si son meramente personales. Tenemos que aprender a ser mejores
dentro de nosotros, en nuestra propia vida interior, para luego
irradiar lo bueno a
los demás. Y eso sí que se podrá llamar “una victoria”
Dediquemos unos minutos en la serenidad de este fin de
semana para pensar cómo podemos superar nuestros obstáculos internos.
¡Buenos días!
La victoria de Pirro
Es un hecho real
que se puede ganar una o muchas batallas, pero al final perder la guerra. Es lo
que expresa con claridad el refrán: “El que ríe último, ríe mejor”. Este proverbio
estimula a perseverar en el esfuerzo. Un universitario no puede contentarse con
aprobar una o varias asignaturas; para obtener su título de arquitecto, médico
o ingeniero, deberá pasar todos los exámenes.
Pirro, rey de Epiro (Grecia), célebre por sus
luchas contra los romanos, dirigió una expedición en Italia, en la cual libró
varias batallas. A pesar de su victoria, gracias a la sorpresa que causaron sus
elefantes entre los romanos, tuvo tantas pérdidas en su ejército, que cuando
sus generales lo felicitaron por el triunfo, respondió, “Con otra victoria como
ésta, estoy perdido” De ahí el nombre de victorias o ganancias pírricas. La
palabra "pírrico" hace referencia a un triunfo que se obtiene después
de sufrir grandes pérdidas.
Cuando tu vida se
encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti
fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar; la
voluntad. El éxito comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer
firme en la lucha hasta el fin, ése es el gran regalo de Dios. Utilízalo con
humildad y prudencia.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme
un día más para adorarte y servirte. Hagamos
como decía San Agustín: Señor a Ti solo busco, a
Ti solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1,). La mies es mucha y
pocos son los obreros para recogerla. Es la Palabra
de Dios. Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo
cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo
de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de
Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes, que pidan al Señor Jesucristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados terroristas ó políticos de guante blanco, y reine la Paz, así como el Amor,
en todos los rincones del Orbe. Así sea.
Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo.
Casimiro López