Invierno
Cayo rápidamente la noche,
no dio aviso al sol, su compromiso
de ser guardián, cuando ya...
se marchara, esperándolo hasta
el otro día su regreso. Su luz y su calor
mueren temprano, ahora en éste
invierno que comienza, sin hojas
los árboles sollozan, las rosas gimen,
pues no tienen cobijo.
Los pájaros vuelan en bandadas
buscando, donde poder hacer sus nidos
y yo sigo esperando en la ventana,
ese rayo de sol que es tan sumiso,
esquiva la morada de mi alma
y se intimida, cuando yo sonrío.
Volveré mañana a esperarle
nuevamente, fruto del día, ave de paso,
alas de un ángel, abrigo de un mendigo.
Teresa Suárez