Mi corazón.
No está a la venta, no.
No está en canje…
Para llegar a él se necesita,
...
la pureza de un sentimiento,
donde solo abrace el calor,
de vivir enamorado de la vida.
No está en ninguna vidriera,
no se exhibe en ningún escaparate.
Está en todas partes y
no es de nadie, solo del tiempo y
mío…mi corazón.
Solo se inclina ante su Dios y
se permite dar todo su calor,
sin querer más , que recibir lo mismo.
Si lo buscas, se esconde.
Si lo reclamas, lo perdiste,
si le exiges, huye.
Pero si lo dejas libre, siempre
regresará a ti, con la misma luz,
la de entregarse por entero.
Teresa Suárez.
2014