"Muchas
personas se imaginan que,
a partir del momento en que han encontrado
una enseñanza espiritual,
progresarán rápidamente: leerán algunos
libros,
harán algunos ejercicios de concentración,
de meditación,
y con esto piensan que pronto aparecerán los
resultados.
Desgraciadamente,
no;
¡el dominio de la vida psíquica es mucho más
difícil de lo que cree la gente!
Es cierto que existe en cada ser humano la
capacidad de renovación,
de regeneración, de divinización, pero se
trata de un proceso muy lento,
y lo que cada uno puede hacer en esta
existencia,
depende del trabajo que ya haya emprendido en
sus reencarnaciones anteriores.
Aquél que no
tenga conciencia de las dificultades con las que
inevitablemente
se va a encontrar, le resultará imposible
progresar.
Entonces se sentirá decepcionado,
sufrirá y hará sufrir también a los demás.
Comprometerse en el camino espiritual exige
paciencia,
humildad y lucidez con respecto a uno
mismo."