Las resacas que dejaron las tormentas de este año...
¡Olvídalas!
Los pasos tambaleantes, los pasos retrasados, los pasos hacia atrás...
¡Olvídalos!
Las veces que pasaste ignorada, inadvertida, lastimada...
¡Olvídalas!
Los sueños consumidos, las ilusiones hechas cenizas, los intentos hechos polvo y el amor hecho recuerdo...
¡Olvídalos!
Las veces que latió tu corazón y nadie se dio cuenta, que quisiste hacer y no te dejaron, que abriste los ojos y te cerraron los párpados...
¡Olvídalas!
Las estrellas apagadas, los días opacos, el tiempo en blanco, la luna dividida y las horas de cerrazón... ¡Olvídalas!
El manto de insignificancia, de masa, de anonimato... de rutina...
¡Olvídalo!
Las espinas largas y hondas, los secretos angustiosos y tristes, las piedras altas e insalvables...
¡Olvídalas!
Las semillas que se te quedaron dormidas, los vuelos que no hiciste, olvídalos...