"La oración puede ser una efusión silenciosa
del corazón o del alma.
ero para que sea verdaderamente
eficaz,
debe hacerse en los tres mundos: mental,
astral y físico.
Rezar,
no consiste en pedirlo todo y cualquier cosa
siguiendo los impulsos del
momento.
Es necesario que la luz, el pensamiento
empiece por decir su palabra ;
él es el que debe juzgar si una petición vale
la pena de ser formulada.
Después, lo mismo que la luz se acompaña de
calor,
el pensamiento debe estar acompañado por un
sentimiento poderoso que lo
vivifique.
Finalmente, para alcanzar el plano
físico,
la palabra es necesaria, porque las
vibraciones sonoras tocan la materia. Sin la palabra, que da de alguna manera
la carne,
el pensamiento y el sentimiento
no tienen los materiales del mundo físico que
permiten la realización.
Es la palabra la que aporta estos materiales.
Con la palabra,
damos a los espíritus del mundo invisible los
elementos físicos que ellos mismos no poseen.
Así les mostramos que conocemos las leyes y
también facilitamos su trabajo."
Omraam Mikhaël
Aïvanhov
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