"Una persona acaba de confiaros su pena… A menudo, no es tanto para que la ayudéis a hallar una solución, sino para induciros a compartir su estado. Pero si os dejáis invadir por su sufrimiento, no la ayudaréis, porque estáis paralizados y corréis el riesgo de hundiros con ella. Con vuestra simpatía, vuestra compasión, ¿creéis que podréis calmarla? Sí, por un instante quizás, pero poco tiempo después las quejas vuelven a empezar, y esto puede seguir así durante toda la vida. Esta persona se sentirá satisfecha de que siempre estéis ahí dispuesto a compartir su sufrimiento, pero no por esto se sentirá mejor. Y vosotros ¿en qué estado estaréis? Si queréis ser útiles a alguien, no permitáis que su preocupación penetre en vosotros. Manteneos lucidos, calmados, sólidos, ésta es la única forma de sacarlo de su estado. Sólo podréis ayudarle oponiendo una cierta resistencia."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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