tra noche
Acorralada por la ausencia y el dolor, sólo miro el reloj que no se detiene .
Intento buscar un escondite a mi corazón que sangra y deja en mi interior su huella. Lloro. Sólo así, logró lavar las heridas. Noche que me castigas , silencio que me acuchillas, Amor que no sabe de despedidas.
Cierro mis ojos otra vez, para no verte entrar, para no ver que te acercas a mi, cruel mentira! Sola estoy en esta cama que me quema, me desvela y me abraza, hasta asfixiarme ,recordándome tu cuerpo.
Recordándome que sólo tu calor era quien ponía a mi piel en movimiento y a vivir.
Otra noche que se ira, restándola a mi vida.
Teresa Ema Suárez