“Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas”
-Woody Allen-
¿Te gusta cometer errores? A mi no, y supongo que a ti tampoco, pero cometer errores es inevitable.
¿No sería genial poder vivir sin necesidad de equivocarnos? Quizás, pero ya que no los puedes evitar, tal vez puedes aprender a verlos de forma distinta.
¿Qué tal si cambias la perspectiva y aprendes a ver tus errores desde sus beneficios?
Los errores nos enseñan sobre lo que no sabemos
“El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada”
-Johann Wolfgang Goethe-
La causa más simple de nuestros errores es el desconocimiento. Entonces, cuando te equivocas aprendes algo.
Esto se aplica para los aspectos más sencillos hasta para los más complejos de la vida. Cuando desconoces algo, corres más riesgo de equivocarte.
Con el tiempo, la práctica y el enfrentamiento de los errores te conviertes en experto.
Te recuerdan lo que pasaste por alto
En cualquier aspecto de tu vida en el que te consideres un experto puedes pasar cosas por alto. Quizás tus rutinas están tan bien aprendidas que llegado a un punto ya no las piensas y de pronto te equivocas.
También puede pasar en la pareja. Puede ser que tratabas tanto de ser lo que la otra persona deseaba que te perdiste en el camino.
Con el tiempo aprendes que no puedes amar a otro sin amarte a ti, pero fue un intento que te dejó una lección útil para el resto de tu vida.
Los errores nos permiten adaptarnos a los cambios
“Su vida cambia en el mismo instante en que toma una decisión nueva, congruente y comprometida”
-Tony Robbins-
A diario nos encontramos con cambios. No siempre te van a gustar, pero siempre son necesarios.
Los errores llegan para recordarnos que esos cambios están ahí, esperando a que los enfrentemos. Es posible que no aceptes estos cambios pero al final te adaptarás a ellos.
Los errores te recuerdan tu humanidad
Es cierto que todas las especies animales se equivocan. Sin embargo, el ser humano es el que tiene más conflictos con los errores.
No nos gustan los errores porque nos recuerdan que no somos tan perfectos como quisiéramos. Esto está bien porque nos pone en contacto con nuestra parte más humana. Ya sabes, esa que se equivoca y teme por los resultados. Claro que no todos los errores tienen la misma importancia.
Como seres humanos, siempre estamos tentados a cambiar el destino a nuestro favor. Es parte de nuestra naturaleza y los errores nos demuestran que no siempre es posible.
Los errores te permiten ver nuevas alternativas
¿Alguna vez te has equivocado en algo que parecía fácil y has encontrado una alternativa que ni imaginabas?
Este es uno de los mejores resultados de los errores. Te obligan a ver más allá de lo esperado y aprovechar alternativas que no veías.
El resultado puede ser tan bueno como encontrar un mejor empleo, conocer un nuevo amigo para toda la vida o encontrar una nueva meta en tu vida.
Por este motivo no es raro que las personas más exitosas también son las que más se equivocaron. Siempre intentan algo nuevo y esto conlleva equivocarse.
Los errores te muestran tus límites
“Si te acostumbras a poner limites a lo que haces, físicamente o a cualquier otro nivel, se proyectara al resto de tu vida. Se propagara en tu trabajo, en tu moral, en tu ser en general. No hay límites. Hay fases, pero no debes quedarte estancado en ellas, hay que sobrepasarlas… El hombre debe constantemente superar sus niveles.”
-Bruce Lee-
Ya sea que entrenes para un maratón o que quieras mantener una relación que no funciona. Cuando no pones atención a las señales de alarma de que has llegado al límite te enfrentarás a algún error.
Es importante escuchar a tu mente, a tu corazón y a tu cuerpo par entender sus límites y superarlos. Respeta, ama y sé cuidadoso con tus límites pero nunca dejes que te controlen.
“Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se equivocó, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer”
-Jonathan Swift-
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