7 cosas que suceden cuando eres el hermano mayor

Tener hermanos pequeños es algo que sólo las hermanas y hermanos mayores podemos comprender. Es una de las mejores situaciones y relaciones que podemos vivir dentro de nuestro núcleo familiar.

¿Por qué? Porque ser el hermano mayor significa ser el enemigo y un modelo a seguir, sentir malestar a la vez que te sientes constantemente amada.

“Un hermano es un amigo dado por la naturaleza.”

-Jean Baptiste Legouve-

Ser el hermano mayor representa el estar al lado de un adulto que a veces te toma en serio o no, pero siempre desde el corazón y eso no se cambia por nada. Por todos los hermanos y hermanas mayores, hoy te traigo las 7 cosas que suceden cuando eres el hermano mayor.

¿Estás preparado para sentirte identificad@?

Cuando eres el hermano mayor…

1. Te conviertes en el mejor consejero

Después de muchas discusiones y malos entendidos, por fin tu hermano se ha dado cuenta de que lo único que pretendes es lo mejor para él. Ser tu mejor versión para él/ella en todo momento y ayudarle.

Los padres probablemente nunca lleguen a entenderlo tan bien como puedes hacerlo tú, su hermano o hermana mayor. Y entonces te convierte en su mejor consejero o consejera.

Él mismo te da libertad para ser honesto, decirle las cosas como son y ser duro por su bien. Solo buscas su bienestar y evitarle malos tragos.

2. Se espera que siempre seas un buen ejemplo

Los padres intentan que ejerzas una imagen de responsabilidad continuamente. Es cierto que tu hermano pequeño te tendrá como un referente, lo cual implica una preciosa responsabilidad con la persona que quieres.

3. Tienes las peleas más intensas que existen

Es normal que a la hora de poner límites y espacio personal dentro de nuestra familia podamos tener alguna discusión con nuestro pequeño hermano.

Podemos dramatizar mucho en ellas y decir cosas con gran connotación fuerte pero, cuando acaban en 5 minutos nadie se disculpa. Cada uno de los hermanos da por hecho el amor que existe ya entre ambos y las palabras sobran.

4. Existe una absoluta honestidad y sinceridad

Puedes sentir que eres genial y seguro que es así. Pero a tu hermano pequeño no le da miedo ni reparo en absoluto tener que bajarte del pedestal si lo necesitas.

Viéndolo así, es bueno tener a alguien en tu vida que siempre te dirá las cosas como son y será humilde contigo de corazón.

“Nunca califiques a un compañero igual que a un hermano.”

-Hesiodo-

5. Las reuniones familiares son mucho mejor con tu hermano

Cuando tu hermano comienza a convertirse en una persona adulta y madura es cuando más disfrutáis juntos. Por fin puede tener la personalidad suficiente como para darse cuenta de los problemas familiares, discusiones, bromas y situaciones extraordinarias en vuestra familia.

Entonces es cuando os sentáis cerca en las reuniones familiares para reír y tomar el pelo a los adultos, aligerando la jornada.

Además, no sientes tanta presión cuando estas en su compañía, lo cual te hace sentir como si fuese tu mejor amigo.

6. Continuamente sientes haber pasado por su misma etapa o experiencia.

Es cierto que cada uno de nosotros somos personas únicas e irrepetibles, pero la realidad es que al final pasamos y vivimos parecidas experiencias vitales.

Por ello, con tu hermano pequeño, cada cambio importante que experimenta puedes reconocer perfectamente lo que siente. Y piensas “también yo pase por todo eso, tranquilo”.

7. Te das cuenta que ya no es un niño y es una persona adulta

Y llega el día en que observas a tu hermano, sus relaciones, trabajo, sueños y dices interiormente “ya no es un niño, es una gran persona adulta”.

Y te planteas todo el tiempo pasado y como las personas crecemos, tanto interiormente y exteriormente.

Muchas emociones resuenan en ti es este preciso instante, porque has sido participe del crecimiento de un extraordinario ser humano, tu hermano pequeño.

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