Apenas suena la musica, se sacuden las sábanas, tiembla el alma
saltan los sueños...
La ventana
De repente se abrió de par en par esta mañana,
la ventana de mi corazón que mira a tu corazón. Y maravillosamente vi mi nombre, aquel con que
me nombra tu voz más íntima y querida,
escrito sobre las hojas y las flores en tu corazón. Y esperé silencioso. Un instante se alzó, volando, el visillo
que separa tus cantos de los míos. Y descubrí que en la claridad de tu mañana,
en tu corazón, alguien cantaba mis canciones futuras, las que no he soñado
ni cantado todavía. Y para aprender mis propias canciones, me senté, silencioso, a tus pies.
Rabindranath Tagore
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