Y nos llegó el amanecer... Y me sorprendió de nuevo el amanecer en tus brazos, tú cuerpo pegado al mío unidos en un sutil abrazo.
Y nos sorprendió de nuevo el amanecer sobre la húmeda arena donde la noche anterior a la pasión nos entregamos, donde fuimos el uno del otro complemento en el amor.
Allí donde el agua y la cercanía la piel nos erizo, donde la reina de la noche con su luz nos convidó a darle rienda suelta a nuestras ansias, llegando así mi cuerpo y alma a morir y resurgir bajo el fuego que tú cuerpo la noche entera me prodigó.
Yasira Mendoza
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