Gracias, Dios Padre Bueno, por el amor que nos tienes;
porque nos has creado a tu imagen y semejanza
en la condición de varón y mujer;
para que, reconociéndonos diferentes,
busquemos complementarnos:
el varón como apoyo de la mujer
y la mujer como apoyo del varón.
Gracias, Padre Bueno, por la mujer
y su misión en la comunidad humana.
Te pedimos por la mujer que es hija:
que sea acogida y amada por sus padres,
tratada con ternura y delicadeza.
Te pedimos por la mujer que es hermana:
que sea respetada y defendida por sus hermanos.
Te pedimos por la mujer que es esposa:
que sea reconocida, valorada y ayudada por su
esposo,compañero fiel en la vida conyugal;
que ella se respete y se dé a respetar, para vivir ambos
la comunión de corazones y anhelos que se prolongan
en la fecundidad de una nueva vida humana,
participando así en la máxima obra de la creación:
el ser humano.
Te pedimos por la mujer que es madre:
que reconozca en la maternidad el florecimiento
de su feminidad.
Creada para la relación, sea sensible, tierna y
abnegada en la educación de cada hijo; con la
dulzura y la fortaleza,la serenidad y la valentía,
la fe y la esperanza que van forjando la persona,
el ciudadano, el hijo de Dios.
Te pedimos por las mujeres buenas y generosas
que han entregado su vida para realizar la nuestra.
Te pedimos por las mujeres que se sienten solas,
por las que no encuentran sentido a su vida;
por las marginadas y usadas como objeto de placer
y de consumo; por las que han sido maltratadas
y asesinadas.
Te pedimos, Padre Bueno, por todos nosotros, varones
o mujeres; que nos sepamos comprender, valorar y
ayudar mutuamente, para que en la relación, amable
y positiva, colaboremos juntos al servicio de la
familia y de la vida.
Amén.