No bordaste el pañuelo que yo pedía, voy a marchar sin él por esta vida. Si llego al cielo no llevaré de ti ningún recuerdo.
Sombra de naranjales, azul del cerro; oprimiendo palabras me voy del pueblo. Lluvia de cera cubre y preserva todo hasta que vuelva.
Éxtasis mañanero ve por el viento, y mi suspiro en llamas te irá siguiendo. Levanto el ancla para seguir el rumbo de mi esperanza. Humberto Garza Cañamar