¿Eres libre para hacer lo que deseas? ¿Sientes que necesitas pedir permiso para tener la vida que quieres? ¿Y si te digo que no necesitas más permiso que el tuyo?
Eres tú quien tiene que decidir qué hacer y cómo hacerlo, no te quedes esperando la aprobación de los demás.
-Steve Jobs-
El mundo del debería ser
Vivimos en un mundo con cánones establecidos. Nos enseñan que hay que comer más ensalada y menos chocolate para ser hermosas, por poner un ejemplo. Crecemos creyendo que hay un mundo ideal y que es nuestro trabajo alcanzarlo.
La realidad es bien distinta, el mundo que hemos aprendido a buscar no es el real. Es momento de dejar de creer que solo podrás ser feliz si logras tener la casa y la familia perfectas.
¿Sabes qué deseas realmente en la vida?
Muchos de nosotros vamos por la vida creyendo que perseguimos nuestros sueños, cuando solo estamos buscando lo que hemos aprendido a buscar.
Cuando entiendes esto, te das cuenta de que lo primero que necesitas para tener la vida que quieres es saber qué quieres. Luego es fácil trazar un camino y fijar metas.
¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste qué querías?
Es increíble la cantidad de cosas que hacemos para ser aceptados. Desde ir a esa fiesta donde sabes que lo pasarás mal hasta estudiar la carrera que han “sugerido”.
Cuando somos pequeños aprendemos que ciertos comportamientos son aceptados y otros inapropiados. Luego creces con la idea de que hay que hacer lo correcto para ser aceptado.
Así pasas la vida llenándote de obligaciones y metas que ni te interesan ni las quieres. Con el tiempo, tu esencia se queda perdida en algún lugar que ya ni recuerdas.
¿Alguna vez te preguntaste qué querías?
Rompe el círculo
Es fácil creer que una vez que cumplas todas las metas señaladas por los demás podrás buscar las tuyas.
El problema es que esto es una bola de nieve y a menos que te detengas, no dejará de crecer. Pero, ¿cómo hacerlo? No hay una receta mágica pero los siguientes pasos te pueden ayudar:
- Piensa en tu vida y analiza si eres feliz o si querrías tener una vida distinta. Deja a un lado todo el ruido exterior y céntrate en ti mismo. Piensa en lo que harías si ahora mismo pudieras elegir cualquier cosa. Si te imaginas haciendo lo mismo y siendo feliz, continúa. Eres de los afortunados que tienen la vida que quieren.
- Haz una lista de las cosas que evitan que tengas la vida que quieres. Si en el punto anterior te diste cuenta que quieres una vida distinta, piensa en cómo es esa vida. Luego haz una lista de las cosas que te mantienen atado a lo que te hace infeliz.
- ¿Qué alternativas tienes para lograr lo que quieres? Ahora que sabes qué quieres y qué te impide llegar, busca alternativas para unir los dos mundos. Si quieres ser dueño de tus propios tiempos y pasar más tiempo con tu familia, analiza la posibilidad de iniciar un negocio en tus ratos libres.
- Sigue tu camino. Es la parte más compleja de todo el proceso. Consiste en poner en marcha las alternativas. Mucha gente prefiere no hacerlo porque están acostumbrados a su zona de confort. En realidad no pasará nada si no sigues el proceso, pero si lo haces te aseguro que serán increíbles los resultados.
El único permiso que necesitas
Después de todo, resulta que sí necesitas el permiso de alguien para hacer lo que deseas. Esa es la persona más importante de tu vida y siempre debes tenerla en cuenta. Si no lo haces, su voz te machacará la cabeza diciéndote que algo no está bien.
¿Has adivinado quién es esa persona tan importante a quien debes pedir permiso? Si no lo sabes aún, hablo de ti.
Así es, lo único que necesitas para tomar el control de tu vida es decidirte a hacer las cosas. No esperes que el camino sea fácil, nunca lo es.
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