En una reunión familiar los nietos piden a su abuelo que les relate la historia de cuando salvó a su general en su condición de soldado. Éste comienza la historia de la siguiente manera: Yo estaba de guardia esa noche, cuando me percaté que se acercaba un rinoceronte a la tienda de campaña de mi General, le disparé, le corté una pierna y me la puse en el hombro, luego se repitió la historia, pero esta vez con un jabalí y también me la puse en el hombro. Luego el abuelo con un silencio profundo se queda dormido, los nietos desesperados por el final de la historia despiertan al abuelo de la siguiente manera: Abuelito, termina de contarnos la historia. A lo que éste pregunta: ¿Qué historia mijitos? Esa de cuando le tenías las piernas en tus hombros... Ahhh, exclama el abuelo, después se lo mandé a guardar todito a tu abuela que se le llegaron a salir los ojos.