Seguro recordar no es fácil.
El ventanal fue nuestro fiel testigo.
Cuantas noches me besaste tras las rejas, cuantas veces nuestras manos se perdían en abrazos.
Tus pasos resonando en la vereda , tu olor a tabaco y tu perfume, eran para mi,
la dulce guía, melodía, de cada noche, esperándote.
Sólo el farol recordará las sombras ,que el mismo dejó en plena calle.
Suspiros de un Amor temprano, palabras de jóvenes queriéndose, sueños de la piel, que en plena aurora, sedienta despertaba.
No se donde estarás, ni donde tu vida seguirás, pero el ventanal que sigue igual,
hoy me dijo tu nombre y yo, le sonreí
y me sonroje, tibio Amor de ayer.
Teresa Ema Suárez
Gracias por la foto Fernando.
Ciudad de Colonia.