En un mundo donde todo se imita y se vende como el original, es curioso ver lo que Dios le ordenó a Moisés con respecto al perfume de los sacerdotes. Este será mi aceite de la santa unción por vuestras edades. Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme á su composición: santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros. Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de sus pueblos." ¿Porqué Dios exigió esto así? Sencillo, el olor era sello del sacerdocio, de los siervos de Dios. Por el olor todos podían saber que el que oliera así era sacerdote y se acordarían de Dios pues el sacerdote representaba a Dios. Además, si alguien imitaba este ungüento y daba mal ejemplo a los hijos de Israel, el pueblo podía pensar que "si los sacerdotes pueden hacer eso nosotros también podemos". El olor debía ser siempre símbolo de alguien consagrado a Dios. Casi 3,400 años más tarde, Dios todavía exige que aquellos que le sirven, los que están consagrados a El, que huelan bien. Pero no es un símbolo externo, sino por dentro. Es en el corazón. Si hemos de ser representantes de Dios al mundo, hay que demostrar que hemos sido sellados por El. Nuestras vidas deben ser un "olor grato" a Dios continuamente como testimonio a los hombres (creyentes y no creyentes). Tiene que abundar el amor hacia los demás, cultivar la hospitalidad, ser justos, caritativos y más que nada amar a Dios sobre todas las cosas; sólo así tendremos ese olor tan bueno que es Cristo en nuestros corazones. No es que no habrán problemas, ni situaciones adversas, sino que en cualquier momento, los hombres de este mundo deben poder ver a un cristiano y decir "Ahí va un hijo de Dios". No uses perfume de imitación; apesta,
no es el original y además es barato y "lo barato sale caro". Y si no lo tienes, pídelo. Dios te lo regala. Si El ya pagó la deuda de tus pecados, ¿porqué no habrá de darte todo el perfume que puedas necesitar para que tu corazón huela mejor que mil jardines de flores y dure por toda la eternidad?
"Aprovéchate hoy mientras esta oferta dure". Acuérdate, ¡pide, que hay!
Desconozco Autor
|