Una lágrima resbalo en mis ojos,
al besarte cuando dormías,
deseando que no fuera un sueño,
que fueras realidad en mi vida.
Cuando siento que el frió de la noche
abre la savia de mi herida,
el eco escucho de tu nombre,
como llama encendida.
No se si podré un día robar el alba,
ni si el mar reflejara tu sonrisa,
pero se que te amo,
y por amarte daría mi vida.
Solo te pido una cosa,
que me dejes robarte un beso,
ese beso que deje marcas en mi piel,
recuerdos que en mi pecho ardían.