Señor, en estos días santos ya cercanos a la Navidad,
te pido me concedas la gracia de orar con profundidad
para poder captar mejor el misterio de tu Venida entre nosotros.
Ayúdame a penetrar en esta verdad: el Verbo encarnado,
segunda Persona de la Trinidad,
vino al mundo para amar y para enseñarnos a amar.
Dame un corazón que sepa hacerte un lugar
para que nazcas y reines en él.
Que no me disperse el bullicio de estos días,
que las ocupaciones por regalos,
preparativos de mesa no me alejen del verdadero sentido de la Navidad. Espíritu Santo sé mi inspirador y guía en estos días.
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