No te rindas corazón, lucha,
Que al final del túnel
Encontraras al fin tu perdón,
No esperes a nadie,
Que el viejo desierto yace
Bajo las huellas del caminante,
No hay espejos en el laberinto
Por donde vuela el viento,
La noche es dudosa
Lejos están los ríos y los mares,
Bajo las sombras de los árboles
No habrá ruidos, duerme
Que los sueños guiaran
La llegada del nuevo día,
Tú estás solo, salva tu vida
Caminante que las puertas
Se abren a tu pasar, nada está vacío
El cielo te ofrece mil maravillas
A la orilla del prado
Donde nos inundan sus basuras
Las ciudades, derrama tu voz
Y que el grito de tu palabra
No muera en los brazos
De la muerte, nadie oirá tu llanto
Si te alejas de la vera de la vida…