Hemos sido acondicionados a rendirnos en el primer obstáculo que nos hemos encontrado. Cambiamos de rumbo, de metas y de visión, porque muchas veces nos entra un sentimiento de derrota y pensamos que no podemos vencer.
La pregunta es: ¿Cómo podemos vencer, cambiar ese espíritu de derrota, de desaliento o pensamiento que a veces nos ataca? De la misma manera que nos bañamos diariamente, comemos, descansamos, necesitamos cambiar los pensamientos negativos que nos oprimen y nos hacen ver derrotados.
Hay que buscar la dirección de Dios, hay que reconocer la autoridad que tenemos por ser hijos de Dios. Es importante que se hable de sí mismo, que se vea, se sienta, respira la tranquilidad y la paz que produce el espíritu de Dios. Que es la herramienta más poderosa para cambiar la derrota en victoria.
Recuerde que mientras más grande sea el problema que tenga que enfrentar, mayor oportunidad tendrá para utilizar el potencial que Dios le ha dado.
J.R. Román - Conferenciante Internacional |