Hoy ¡Toma Buenas Decisiones!
Un día antes de que la temporada de
pesca de perca comenzara, Jimmy y
su padre estaban pescando.
Luego de usar gusanos como carnada,
Jimmy decidió practicar usando
un pequeño señuelo plateado.
Apenas el señuelo tocó el agua, su caña
comenzó a doblarse. Jimmy sabía que
había atrapado algo grande.
Para cuando comenzó a enrollar la
línea, una luna gigante se había
levantado sobre el lago. A la luz de ella
Jimmy vio al pez más grande
que jamás hubiera visto.
El padre de Jimmy encendió un fósforo
para ver la hora de su reloj: las diez
de la noche, dos horas antes de que la
temporada de pesca de perca comenzara.
Tendrás que devolverlo, hijo, dijo.
Jimmy protestó: Nunca habrá un pez
más grande que este. Miró alrededo
r y no vio a ningún otro bote o pescador
cerca. Aún así por el tono de voz de
su padre, se dio cuenta de que no
habría discusión. Sacó con cuidado
el anzuelo del labio de la perca y
la devolvió al lago.
Jimmy tenía razón.
Ahora lleva a sus propios hijos a pescar,
y en los últimos treinta y cuatro años
jamás vio una perca tan grande como la
de ese día. Pero admite que cada que
vez que tiene que afrontar cuestiones
de ética , ¡recuerda a ese pescado
de nuevo y sonríe!
Una decisión bien tomada vive fresca
y dulce en la memoria.
Plenitud