Nuestra senda no es una religión.
Yo no convierto a nadie al catolicismo,
al budismo, o a ningún otro «ismo».
Yo simplemente le ofrezco una vía para que se conozca a usted mismo,
para que se de cuenta de donde viene,
para que recuerde su misión aquí en la Tierra,
para que descubra los secretos del universo,
para que entienda por qué hay tanta miseria y para que vea qué nos espera después de la muerte.
Maestra Suprema Ching Hai.
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