Muchas veces…
El resfrío “chorrea” cuando el
cuerpo no llora.
El dolor de garganta “tapona” cuando
no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias
no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la
soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la
insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando
las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido
de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el
perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las
defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo
esclaviza.
La presión sube cuando el miedo
aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el
niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas
explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo
no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas
de “vivir”.
¿Y tus dolores callados?
Cómo hablan en tu cuerpo?
La Enfermedad no es mala, te avisa
que te estás equivocando de camino.
El camino a la felicidad no es recto.
Existen curvas llamadas
EQUIVOCACIONES.
Existen semaforos llamados
AMIGOS.
Luces de precaución llamadas
FAMILIA.
Todo se logra si tienes:
Una llanta de repuesto llamada
DECISIÓN.
Un potente motor llamado AMOR.
Un buen seguro llamado FE.
Abudante combustible llamado
PACIENCIA,
pero sobre todo un experto conductor
llamado DIOS
Nelson Torres