Me duelen tanta cosas! Hay días que no entiendo ni se lo que me pasa. No encuentro las respuestas. Ni intento las palabras. A veces...sólo a veces me siento en los pasillos de un cielo laberíntico y llamo a alguna estrella que se llevó mi nombre. A veces...sólo a veces me canso de llevarme conmigo a todas partes. Me cansan los caminos vacios de regreso... Me duelen las esquinas cansadas del cemento. Centímetro a centímetro, con mi bastón detector de sueños, busco desde entonces la vereda segura, la calle esperanzada.
Tantos zapatos rotos me preguntan llorando: ¿El camino es redondo? ¿Te conduce a algún lado?