Alma que mueres de amor,
dime lo que es despertar
en la alborada de Dios,
cuando se muere de amor.
Yo sé lo que es enfermar
y agonizar de pasión,
pero no he sabido amar
para morirme de amor.
Alma que mueres de amor,
dime lo que es enfermar
para morirme de amor...
¡Yo sólo sé agonizar!
Y, para hacerme morir,
sé que no habrá otro dolor:
¡en el curso del vivir
no he sentido otro mayor!
Y no me quiero morir
si no me muero de amor,
porque yo quiero vivir
la agonía del amor...
Alma que mueres de amor,
dime lo que es enfermar
para morirme de amor...
¡Yo sólo sé agonizar!