No hay risas sólo hay llantos.
No hay canciones sólo hay gemidos.
Parece que todo está de luto en este rincón marinero.
En la taberna, los pescadores están todos mudos,
no dicen nada y las comadres, en la iglesia, ruegan por el abuelo.
Todos irán al entierro.
Todos dirán: ‘Qué bueno era!’
Todos sabrán hablar bien de él.
Quizá alguien llorará de pena, pero no de amor, porque al viejo amor tan solo se lo dieron la barca,
el viento y los aparejos, la red, el sol y el azul del mar.
Pero al día siguiente todo ha cambiado, pues nadie piensa en el viejo.
Los pescadores están en la mar, los chicos juegan por la calle,
pero en la playa, llena ayer, solo una barca ha quedado, con una red que nunca más volverá a besar la mar.
Joan Manuel Serrat canción. España
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