Cuando Dios decida tu partida el sol se ocultará más temprano al atardecer. Será una noche muy gélida y gris y solo quedará en el suelo la semilla, donde germinarán flores de todo los colores y aromas, que inspirarán al poeta a escribir, sobre la roca de tu sepulcro el poema de las sombras, de la vida y la muerte.
|