Unicornio azul...
...
Surgió del intento torbellino de luz que iluminó la noche en el origen
de los tiempos. Con una armoniosa danza en espiral, acompañada de
música de las esferas, el unicornio se fue desplazando por los confines
del cosmos, atravesó el universo entero y llegó a la Tierra, donde el
cuerno adoptó su forma definitiva al dejar de girar.
Silencioso y delicado cruzó la linde, surgió de la bruma y llegó a su
hogar: el Jardín del Unicornio. Allí, como gesto de agradecimiento y
veneración, posó su cuerno en el suelo, del cual brotó el agua que ayudó
a que la vida floreciera sobre la faz de la Tierra. Por eso, el Jardín
del Unicornio es también, el lugar donde el Agua brota.
El Unicornio es un caballo de larga crin plateada, con un cuerno en
forma de espiral que nace en el centro de su frente, el cual es un
elemento por excelencia masculino, asociado al falo y, por tanto, es un
símbolo de potencia sexual viril. Sin embargo, la espiral que le da su
forma es un símbolo eminentemente femenino, pues representa la vulva,
la concha, el caracol, la humedad y, por ende, a las aguas como
potencias fecundadoras, generadoras, regeneradoras y de purificación.
Por la espiral en el cuerno que recuerda al elemento acuático, se
asocia al unicornio con la pureza. De ahí que durante el medievo se
creyera que sólo una mujer virgen con atuendos angelicales, podía
acercársele, razón por la cual fue utilizada por los cazadores de
unicornios para conseguir sus objetivos.
La fusión de las fuerzas positivas y negativas, luminosas y oscuras,
masculinas y femeninas que se da en el cuerno hace del unicornio un
símbolo del amor romántico, de un estado de armonización, de
sublimación, de superación y si tenemos en cuenta que su danza cósmica
concentró en su memoria el recuerdo de la luz de la que surgió también
podemos asociarlo con los rayos del sol, con la flecha espiritual y con
muchos otros símbolos-guías para la persona peregrina en el sendero de
la vida.
Aunque la leyenda del unicornio sea considerada mitológica, es muy
posible que esté basada en una creatura de carne y hueso, (como sucede
con el "pez unicornio") pues se sabe que hace un millón de años, los
unicornios habitaban los bosques europeos... o, al menos, unos animales
cuyo aspecto era prácticamente idéntico al recogido en las diferentes
tradiciones y leyendas. Claro que no se trataba de un animal fantástico,
sino de un antílope de carne y hueso cuyo nombre científico es
Procamptoceras brivatense. Tenía dos cuernos muy rectos dispuestos en
línea, pero que al estar muy próximos entre sí y encontrarse
recubiertos por una especie de vaina, ofrecían la apariencia de una
sola y larga asta visible en el centro de su cabeza...
Luego de esta larga introducción para empaparnos un poco en algunas
mitologias...lo que siento ahora y motivo de mi escrito es que aunque
pase el tiempo siento que mi unicornio se me ha perdido...
Mi unicornio azul, ayer se me perdió
pastando lo dejé
y desapareció
cualquier información,
bien la voy a pagar
las flores que dejó,
no me han querido hablar
Mi unicornio azul, ayer se me perdió
no sé si se me fue, no sé si se extravió
y yo no tengo más,
que un Unicornio Azul
si hay quien sabe de él,
le ruego información
cien mil a un millón yo pagaré
Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer... se fue
Mi unicornio y yo hicimos amistad
un poco con amor,
un poco con verdad
con su cuerno de anil,
pescaba una canción
saberla compartir,
era su vocación
Mi unicornio azul, ayer se me pedió
y puede parecer, acaso una obsesión
pero no tengo más,
que un unicornio azul
y aunque tuviera dos,
yo solo quiero aquel
cualquer información la pagaré
Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer... se fue
Le pagare con amor al que me lo de vuelva