Mi alegría, es el mejor remedio contra todos los males físicos y sicológicos
que me aquejen. Por eso la adopto como filosofía de vida, para ver
la belleza en donde antes no alcanzabas a verla.
Transmite alegría a los demás con
una ola de optimismo y confianza. Vive alegre y cordial, para que las
personas que te rodean sientan un gran placer al compartir contigo.
Ponle alegría a la vida diaria y los problemas te parecerán más pequeños.