Con una reconfortante caricia, evoco la juventud, la niñez, la despreocupación. Rememoro los cálidos momentos de tiempos mejores.
Ésta memoria cuyos recuerdos acechan, indiferentes a mi deseo, indiferentes a como soy hoy, indiferentemente crueles.
Más sin esa carícia, por mucho que trate de olvidarlos no consigo recordarlos.
BESITOS
|