No pienses encontrar la perfección en los que te rodean.
La excelencia es difícil. Por lo tanto, si encuentras fallas en
las personas que admiras, no te desilusiones: bríndales más
amor y apoyo, para que se repongan de las oportunidades
perdidas.
No desprecies a los caídos, sino levántalos poniendo de relieve
aquellas cualidades que tenemos como patrimonio interior, de
modo que ellos puedan superarse y triunfar.