Antes de que amanezca, el alma mía esta ya dispuesta a luchar.
Dejaré en la obscuridad mi cobardía,
porque ya el nuevo día va a empezar.
Me voy a superar, ese es mi empeño, mil veces me lo voy a repetir,
hoy se harán realidad todos mis sueños, mis enormes deseos de vivir.
Me asomaré al balcón y en el viento escribiré mi nombre sin cesar
y me diré con fe: ¡Estoy contento, este día tengo que triunfar!.
Y al sentir lo infinito de mi esencia, absorto pensaré:
Gracias Señor, Gracias por haberme regalado la existencia,
por darme la aventura de tu amor.
Que bello es el mundo que nos diste, que sublime tu gran misericordia,
te prometo que hoy no estaré triste, ni buscaré motivos de discordia,
y al contemplar el paisaje luminoso ante el mudo esplendor
de la creación, ¡todo mi ser se llenará de gozo!,
e inundaré de paz mi corazón.
Hoy voy a perdonar al que me ofenda, igual como lo dice tú oración,
hoy voy a ayudar a aquél que pretenda pedirme perdón
y en su amargura algún favor.
Hoy voy a tratar de ser distinto, con un nuevo vigor,
un nuevo anhelo haré triunfar la piedad sobre el instinto,
para subir un peldaño hacia el cielo….Hacia a Ti Señor.
Antes de amanecer, estoy dispuesto a enfrentarme a la vida con valor,
aceptare gustoso el dulce reto de:
¡Cada día voy a ser mejor!.
Víctor Manuel Otero González