Sé Cauto Con El Brillo Que Te Ofrece El Mundo
Los hombres valiosos llegan a la fama
por sus obras.
Los necios se hacen famosos por la propaganda.
Nuestra sociedad de consumo también
"fabrica" ídolos famosos... porque necesita venderlos.
A Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos.
Si el sabio te censura, piénsalo...
Si el estúpido te alaba, ¡laméntalo!.
El que se sabe merecedor de la aprobación y del
aplauso no hace nada por conseguirlos.
El árbol que sobresale muy pronto con sus ramas
suele ser el que primero cae por falta de raíces.
El hombre seguro de sí mismo goza cuando es
apreciado y se duele ante el menosprecio, pero
no malgasta su tiempo para cambiar la opinión ajena.
La propaganda es muchas veces como el agua:
deja en el fondo el oro y saca a flote el leño seco.
Si eres sensato valoras más el juicio de los
pocos que te conocen de verdad, que las
alabanzas o los juicios negativos de los que te
desconocen.
El necio se irrita con la corrección del amigo y
se hincha con la alabanza del adulador.
El orgullo hincha la pobreza del necio y la humildad agranda la riqueza del sabio.
El orgullo es la fachada de la estupidez
y la humildad es el cimiento de la sabiduría.
"Porque cualquiera que se enaltece, será humillado;
y el que se humilla, será enaltecido".
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