Amo a la gente que vive a mi alrededor; amo la alegría y por eso me la encuentro junto a mí; amo la amistad y por eso recojo estrellas, y mi vida es una delicia.
Amo a la gente que vive a mi alrededor; amo la alegría y por eso me la encuentro junto a mí; amo la amistad y por eso recojo estrellas, y mi vida es una delicia.
No tengo nada y puedo disfrutar de todo. ¡Hay tanto que recibir mirando las cosas pequeñas y la gente sencilla y buena! ¡Hay así tantas sorpresas y milagros que descubrir con los ojos abiertos o cerrados! En cada cosa existe escondido un recuerdo del paraíso perdido.
Ser capaces de advertirlo es lo que constituye el arte de vivir. Sé que no es fácil tocar el cielo, pero sé con mayor certeza que resulta imposible si el cielo no entra en mí.
El cielo debe empezar en la tierra, dondequiera que los hombres sean amigos, y donde la bondad se puede transmitir de mano en mano, aliada a la alegría.
Sin embargo, todo cielo tiene nubes. Vivir es una aventura apasionante, con Dios y con los hombres, en un mundo de luces y tinieblas. No quiero ser un héroe, ni un mártir, sino un pilluelo que recoge las flores olvidadas y se ríe de los grandes de la tierra que se apoyan en el poder y la riqueza. Amo a la alegría y por eso la encuentro junto a mí.
Amo la amistad y por eso recojo estrellas y mi vida es una maravilla.
Phil Bosmans
|