El sol pega fuerte,
yo me muero de calor,
me quito los zapatos,
e intento sentirme mejor,
pero el alivio es por un momento,
nada es suficiente,
los hielos se derriten
y tengo que cuidarme
de no pillar un resfrío.
El calor de verano ha llegado
ya está aquí, cada vez más fuerte,
cada vez más caluroso,
cada vez más impiadoso.
He de acordarme
de tomar agua y líquidos
de vez en cuando...
no quiero deshidratarme.
Y a la hora de la verdad,
¿a quién hay que culpar?
¿son cosas del tiempo,
o seremos nosotros,
los humanos,
los que estamos provocando
que cada año, las cosas estén peor?
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