Recuerde siempre que las decisiones implican renuncia
y aunque sea doloroso busque siempre
"un bien por un bien mayor".
Todos los días, al despertar, decida ser feliz,
vivir con optimismo,
con alegría y entusiasmo.
Decida la calidad de vida que desea tener.
La felicidad es una decisión consciente que implica
tener una férrea voluntad que venza adversidades,
problemas que puedan surgir y todo aquello
que nos pueda dañar que creamos sea imposible de superar.
Pero si tenemos la suficiente fe diariamente la alcanzaremos.
Y finalmente, tenga presente que lo que nos
daña no son los acontecimientos,
sino nuestra respuesta ante ellos.
Es usted el único dueño y responsable de su vida,