MIÉRCOLES SANTO (4 de abril)
Jesús se queda en Betania.
Simón, el leproso que había sido curado por Jesús,
invita al Señor a comer en su casa,
por lo agradecido que le estaba.
Mientras están comiendo,
entra en la casa una mujer del pueblo llamada María;
rompe un frasco de perfume carísimo y lo echa a los pies del Señor.
Los besa y los seca con sus cabellos.
A Jesús le gustó ese detalle de cariño.
Es entonces cuando Judas busca a los jefes del pueblo judío y les dice:
"¿Qué me dais si os lo entrego?".
Ellos se alegraron y prometieron darle dinero.
¿Eres agradecido como Simón por las veces que
a ti también te he curado de tus pecados?
Cada vez, después de confesarte, dale gracias por haberte perdonado.
A Jesús le gustará que hoy tengas algún detalle de cariño con Él,
como María.
Piensa ahora uno concreto y regálaselo ya.
Con afecto Les comparte:
*Martha Aurora*
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