RESIGNADA
Por las noches, resignada
peino las arenas del desierto,
con leches de cactus
alimento a la luna
para que me acompañe
de camino al infierno.
Sin alondras en la cielo,
ni tejidos de lirios en el suelo,
todo se convierte en nidos de espinas
para sangrarme el pecho.
La separación de carcome
desde el alma hasta los huesos.
Que de amarte se me ha quebrado el aura
los pedazos incrustados
sangran la mirada,
la cicuta de tu labio timador
recorre lentamente lentamente mis venas
hasta dejarlas coaguladas.
Ciego y negro mar frenético
retumbas dentro,
desgastándome el cerebro
que siento deshacerse
en cada crujir de mis huesos,
arremetiendo con fiereza
desgarras sin piedad
cada parte de este cuerpo.
Heme aquí yaciente
en el desierto de esta carne
bajo un cielo forastero
esperando resignada
que tu veneno termine de surtir efecto.
(Del amor y otros afanes)
Autora: Fe Consuelo Martines-Conde Rodriguez
Derechos Reservados
Chile