DOS SIGLOS Y UN DÍA
Inmersa en el mar tormentoso
de tu recuerdo gastado,
me seduce tu imagen
en el sueño de parpado abierto
Dispersado los dolores,
la calidez de tus brazos
cobijan el sol de mis ojos
entre ecos de olas.
Asidos de las manos
y con trinos en los labios
caminamos junta al mar florido
que perfuma nuestras huellas
que decoran las arenas.
Nuestros cuerpos deslumbrados
en caricia estival
liberan la risa adormecida
peinando el aire
con desborde de amor guardado.
Con sabor de aurora
me embriago de ti
despenada de dolor, extasiada de vida
con el latir de tu corazón en mi pecho
sello mi amor en tus labios.
Floto cual nube delineada
en el cielo de nuestro encuentro añorado
y el amor crece en la ilusión
estremeciendo la piel.
Envuelta en tu respiración,
después de dos siglos y un día
vuelvo a nacer en el onírico silente,
y empapada de la paz de tus ojos
vuelvo al mundo de los muertos
(DEL AMOR Y OTROS AFANES)
Autora: Fe Consuelo Martinez-Conde Rodriguez
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Chile |