Iba yo por un camino, cuando una voz de mujer detrás de mí me dijo :
¿ME CONOCES?
Me volví y le contesté :
« No recuerdo tu nombre. »
Ella me dijo :
« Yo soy aquella Tristeza profunda que sufriste hace tiempo. »
Sus ojos se parecían a la mañana cuando el rocío está todavía en el aire.
Permanecí en silencio y luego le pregunté :
« ¿Has perdido aquella carga inmensa de lágrimas? »
Ella sonrió sin contestarme.
Comprendí que sus lágrimas habían tenido tiempo
de aprender el lenguaje de las sonrisas.
Me recordó :
« Una vez aseguraste que conservarías tu tristeza para siempre. »
Avergonzado, respondí :
« Es verdad, pero los años han pasado »
Después, con su mano entre las mías, le dije :
« Pero tú también haz cambiado. »
Entonces, ella me contestó, serena :
« Debes saber que lo que un día fue tristeza es ahora paz ».
Rabindranath Tagore