«He dirigido
este hotel por muchos años.
En todo ese tiempo jamás he visto a un perro que se
robe las toallas,
las sábanas, los cubiertos o los cuadros.
Nunca he tenido que
expulsar a un perro en medio de la noche por estar borracho y causar desorden.
Nunca he tenido un perro que provoque escándalos o que se vaya sin pagar la
cuenta.
Por supuesto, su perro es bienvenido a mi hotel… Y si su perro responde
por usted, usted también es bienvenido.