«No las grandes verdades yo te pregunto, que No las contestarías; solamente investigo Sí, cuando me gestaste, fue la luna testigo, Por los oscuros patios en flor, paseándose. Y sí, cuando en tu seno de fervores latinos, Yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro Te adormeció las noches, y miraste en el oro Del crepúsculo, unirse los pájaros marinos. porque mi alma es toda fantástica, viajera Y la envuelve una nube de locura ligera Cuando la luna nueva sube al cielo azulino. Y gusta si el mar abre sus fuertes pebeteros. Arrullada en un claro cantar de marineros Mirar las grandes aves que pasan sin destino».
Palabras a mi Madre-Alfonsina Storni.
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